El expresidente Donald Trump, que fue acusado dos veces, absuelto y procesado, derrotó el martes a la vicepresidenta Kamala Harris —lo que marca el regreso a un estilo de gobierno sin precedentes que podría incluir deportaciones masivas de millones de inmigrantes y una autoproclamada “era de retribución”.
Trump se deleitó con su victoria en West Palm Beach, Florida, la madrugada del miércoles, y declaró: “Creo que este fue el mayor movimiento político de todos los tiempos”.
La Associated Press declaró el resultado de la carrera la madrugada del miércoles. Hasta la mañana, Harris no había reconocido su derrota.
Si bien las encuestas habían mostrado que la carrera estaba reñida en estados clave como Wisconsin, Pensilvania, Michigan, Nevada, Arizona y Carolina del Norte, estaba a favor de Trump. Harris pareció tener un desempeño inferior en estados como Michigan y Wisconsin, considerados estados imprescindibles.
Trump anunció su campaña en 2022, y Harris reemplazó al Presidente Joe Biden en la fórmula a fines de julio, lo que muestra un marcado contraste en la campaña. La campaña final de Trump incluyó eventos poco convencionales, como atender la estación de papas fritas en un McDonald’s y bailar por 40 minutos en una reunión comunitaria, ambos en Pensilvania, donde es imprescindible ganar.
El expresidente describió al país como un lugar oscuro que solo él puede arreglar, y a menudo descarriló a Harris con ataques misóginos y racistas. En un país dividido, esas palabras parecieron funcionar con los votantes que estaban enojados y querían un cambio, y las encuestas de salida han demostrado que los hombres eran sus partidarios más firmes.
Cualquiera que fuera la estrategia, pareció funcionar en contra de la rápida y bien financiada operación de campo de Harris, que incluyó mítines en estados clave en disputa, cientos de respaldos de funcionarios republicanos actuales y anteriores y una gran cobertura mediática de anuncios y entrevistas.
Posibles preguntas sobre la estrategia de los demócratas
El análisis de la campaña pondrá en tela de juicio si los demócratas debieron haber celebrado una primaria abierta cuando Biden se retiró de la contienda y por qué se desmoronó el llamado Muro Azul de Harris. Algunos señalarán a Biden por no haberse retirado de la contienda antes.
En Illinois, un estado tradicionalmente demócrata, la Associated Press declaró ganadora de la contienda a Harris una hora después de que cerraran las urnas. Harris tenía una ventaja con 2,511,624 votos frente a los 2,088,349 de Trump, con el 78% de los votos previstos contados. Y a pesar de que Robert F. Kennedy se retiró de la contienda y apoyó a Trump, su nombre apareció en la boleta de Illinois, con más de 66,249 votos a su favor.
Trump, que se alojó en el Hotel Trump International de Chicago entre sus traslados a los eventos de campaña este año, celebró dos eventos en Chicago durante la campaña: un evento del Club Económico de Chicago en octubre ante una multitud receptiva en el que declaró que el 6 de enero [la insurrección] fue “amor y paz”, y una conferencia de la Asociación Nacional de Periodistas Negros (NABJ, por sus siglas en inglés). en la que mintió sobre la identidad racial de Harris.
En el evento de octubre, Trump una vez más se negó a comprometerse a una transferencia pacífica del poder.
Mientras Harris centró sus esfuerzos en estados clave en el campo de batalla, hizo campaña en el suburbio de Glencoe en mayo. Y aceptó la nominación demócrata a la presidencia en Chicago el 22 de agosto, una hazaña traída a la ciudad por Pritzker, la senadora Tammy Duckworth y la ex alcaldesa Lori Lightfoot.
El papel del gobernador Pritzker en la campaña
El gobernador JB Pritzker, que se postulaba para ser compañero de fórmula de Harris, se convirtió en un representante clave tanto de Biden como de Harris, y también contribuyó con $923,000 a la campaña de Harris a finales de septiembre. Pritzker también centró sus esfuerzos en iniciativas electorales sobre el derecho al aborto en ocho estados, entre ellos Arizona, Florida y Arizona.
Los resultados oficiales de las elecciones pondrán fin a un ciclo impredecible y que acaparará los titulares, que solo este año incluyó dos intentos de asesinato contra Trump y la condena de Trump por 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales en Nueva York.
Incluso con la derrota de Harris, Trump aún enfrenta una posible sentencia por esos cargos el 26 de noviembre. Pero su victoria podría resultar en la desestimación de los cargos federales y los casos penales estatales podrían congelarse hasta que deje el cargo.
Harris se sumó a la carrera el 21 de julio después de que el Presidente Joe Biden ofreciera un desastroso desempeño en el debate contra Trump el 27 de junio. Una victoria de Harris hubiera marcado un momento monumental en la historia de Estados Unidos para las mujeres en un país que ha sido liderado por hombres durante 235 años.
Harris, junto con Biden, recaudó más de $1.8 mil millones con su comité de campaña presidencial. Trump y sus comités aliados han recaudado más de $1 billón desde que anunció su candidatura a la presidencia en noviembre de 2022.
Esa larga y ardua campaña significó que el salto de Harris a la carrera a fines de julio supuso un gran impulso de energía para los demócratas, muchos de los cuales no confiaban en que Biden liderara un segundo mandato, por su edad, y también políticas que enfurecieron a los votantes más progresistas del partido.
Trump en tema de inmigración
En materia de inmigración, Trump ha dicho que llevará a cabo la mayor deportación de la historia estadounidense, deteniendo a millones de inmigrantes que viven en el país sin documentos y deportándolos.
Durante la campaña electoral, Trump ha dicho a sus seguidores que lo vean como “su retribución”. Prometió que, si es reelegido, utilizará su poder para rehacer partes del gobierno federal. Ha prometido obstaculizar a los enemigos percibidos, incluyendo el Departamento de Justicia.
Y en junio, prometió que nombraría a un fiscal especial para “perseguir” a los Biden y dijo que “destruiría por completo el estado profundo”.
“Esta es la batalla final”, dijo Trump en marzo. “… O ganan ellos o ganamos nosotros”.
Traducido por La Voz Chicago