Dieciséis empleados actuales o antiguos de la agencia disciplinaria independiente de la Policía de Chicago han pedido a un panel dirigido por civiles que considere la posibilidad de dar el primer paso para destituir a la directora de la agencia, apenas unos días después de que dos supuestos denunciantes fueran despedidos en medio de una creciente controversia centrada en acusaciones de parcialidad antipolicial.
Una carta obtenida por el Sun-Times detalla “preocupaciones graves” sobre Andrea Kersten, administradora jefe de la Agencia de Supervisión Policial (COPA, por sus siglas en inglés), poniendo en duda “su capacidad” para liderar la agencia encargada de investigar las acusaciones graves de mala conducta policial.
La carta, con fecha del lunes, está firmada por 12 empleados actuales y cuatro ex empleados de COPA.
Los autores piden a la Comisión Comunitaria para la Seguridad Pública y la Rendición de Cuentas que vote una moción de censura contra Kersten, alegando que ha “manipulado las investigaciones para alinearlas con su propia agenda política” y ha tomado represalias contra los empleados que se han quejado de “parcialidad y mala gestión”.
La carta destaca el despido el viernes del administrador en jefe adjunto de la COPA, Matt Haynam, y de Garrett Schaaf, investigador supervisor de la agencia. Señala que ambos empleados que fueron despedidos estaban cooperando tanto con la comisión comunitaria y la oficina de la Inspectora General Deborah Witzburg, que está revisando las denuncias de mala conducta en COPA que fueron remitidas por la comisión.
La comisión tiene poder tanto para seleccionar como para destituir al jefe de COPA, con la aprobación del Concejo Municipal. Pero la comisión debe tener una justificación clara para destituir al jefe de la agencia.
Dos tercios de los seis miembros de la comisión deben votar primero una moción de censura. Después, el administrador jefe tendría 30 días para responder a una notificación por escrito. Transcurrido ese plazo o antes —si el administrador jefe responde antes de que se cierre el plazo—, la comisión puede votar una resolución de censura.
Si se aprueba una resolución, la medida tendría que ser aprobada primero por el Comité de Policía y Bomberos del Concejo Municipal y luego por el pleno del Concejo.
La comisión ya tiene prevista una reunión a puerta cerrada el viernes “para debatir los nombramientos para un cargo público”. Se convertirá de hecho en un foro para escuchar a los actuales y antiguos empleados que han presentado quejas.
“No hemos recibido ninguna notificación ni comunicación de nada relacionado con este asunto y no haremos más comentarios”, declaró en un comunicado Ephraim Eaddy, primer administrador jefe adjunto de COPA.
El presidente de la Federación Cívica, Joe Ferguson, fue un ferviente defensor de la reforma policial durante sus 12 años como Inspector General de Chicago, cargo que aprovechó para contratar a Witzburg como primer inspector general adjunto de seguridad pública de la ciudad.
Ferguson dijo que los despidos de alto nivel de la semana pasada y la carta de esta semana de empleados actuales y ex empleados de COPA plantean serias dudas sobre Kersten y los miembros de su personal de mando superior.
Lamentablemente, esto requerirá “un proceso de investigación que llevará un tiempo”, dijo Ferguson, añadiendo que teniendo en cuenta el número de personas que firmaron la carta, “mientras esperamos a que se investiguen los hechos, esta agencia tiene realmente una nube sobre ella que debe abordarse por separado”. En última instancia, la investigación del inspector general… puede determinar que no hizo nada malo. El problema es que eso toma “mucho tiempo”.
A mediados de julio, la comisión votó por unanimidad pedir a la oficina del Inspector General (OIG, por sus siglas en inglés) que investigue las investigaciones de COPA bajo la dirección de Kersten.
El presidente de la comisión, Anthony Driver Jr., dijo previamente que la remisión se basaba en información de “fuentes bien informadas” que se quejaban de la “calidad e integridad de las recomendaciones disciplinarias de COPA y de las represalias contra los empleados de COPA que han planteado preocupaciones sobre las investigaciones y recomendaciones de COPA”.
En una carta de respuesta, la oficina de Witzburg dijo que estaba llevando a cabo una revisión preliminar “para determinar si iniciar una investigación de mala conducta en cualquier individuo bajo la jurisdicción de la OIG”. El jueves, Witzburg declinó hacer comentarios.
Ferguson insistió en que la comisión debe determinar si “la índole y el volumen de estas preocupaciones y acusaciones son tales que la agencia ya no puede ser dirigida eficazmente por esta persona”, en referencia a Kersten.
Driver se negó a confirmar o desmentir la existencia de la carta confidencial. Pero sí reconoció que la comisión se reunirá a puerta cerrada el viernes para debatir “los recientes acontecimientos en COPA”, incluidos los despidos de la semana pasada.
“Estamos trabajando para reunir más información, incluso hablando con todas las partes”, dijo Driver. “A partir de ahí, y basándonos en los hechos, decidiremos lo que procede hacer a continuación. No creo que sea apropiado para mí decir más hasta que tenga un poco más de información sobre lo que ocurrió exactamente”.
“Llevamos un tiempo en este caso intentando averiguar qué está pasando. Estamos preocupados. Estoy preocupado. Pero estamos trabajando para entender mejor lo que ha ocurrido exactamente y lo que está ocurriendo, incluso hablando con todo el mundo para tener una mejor perspectiva de lo que está pasando”.
Driver dijo que le correspondía al pleno de la comisión decidir si se despedía a Kersten, señalando que actualmente “no tiene suficiente información para decir que se trata de despidos de represalia”.
“Lo que sí diré de manera general es que creo que despedir a los denunciantes es detestable”, añadió. “Es terrible y además es ilegal, según la legislación de Illinois. Pero no tengo suficiente información para decir que eso es lo que ocurrió aquí. Eso es lo que estamos trabajando para entender”.
Haynam, el administrador jefe adjunto que cobraba $163,068 al año, fue el supuesto denunciante despedido por Kersten en una medida que calificó de “represalia”. Pero según una carta firmada por Kersten el viernes, Haynam fue despedido “por falta de liderazgo y discreción en la gestión”.
Schaaf, que ganaba $117,792 al año, fue despedido por una “falta de comunicación profesional y liderazgo gerencial”, señaló Kersten en una carta separada. Schaaf no respondió a una solicitud de comentarios.
Los registros del expediente personal de Schaaf muestran que tuvo una serie de problemas disciplinarios, incluyendo un “arrebato de ira” en el que insultó a un supervisor en febrero de 2023. En última instancia, fue suspendido 20 días y sometido a un “Plan de Mejora del Rendimiento” destinado a abordar los problemas con sus habilidades de comunicación y liderazgo.
Un memorándum redactado por Haynam en julio de 2023 indicaba que Schaaf había cumplido los requisitos del plan. Otros registros muestran que Schaaf se había quejado a la dirección de COPA de que se le había reasignado a un cubículo en lugar de a una oficina y de que no se le había asignado personal como supervisor.
Tanto Haynam como Schaaf tienen vínculos estrechos con las fuerzas del orden. Haynam fue anteriormente abogado del Departamento de Policía de Chicago, mientras que Schaaf fue asistente del alguacil en Florida.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago