Los miembros del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU) votaron abrumadoramente a favor de ratificar su nuevo contrato con las Escuelas Públicas de Chicago (CPS), oficializando un acuerdo que ofrece mejoras para educadores y estudiantes, pero que deja tras de sí agitación política.
Tras casi un año de negociaciones, el 97% de los miembros que votaron a finales de la semana pasada aprobaron el contrato, según el sindicato. Participaron aproximadamente el 85% de los 27,000 miembros con derecho a voto del CTU.
En una conferencia de prensa realizada el lunes por la mañana, la presidenta del CTU, Stacy Davis Gates, afirmó que los resultados son producto de la “democracia y el compromiso”. Dijo que la dirección sindical y los miembros del equipo de negociación han pasado la última semana y media hablando con los maestros y el resto del personal.
“Si ponemos atención en cómo funciona nuestra operación democráticamente —eso ya es una práctica— esa fuerza es fuerte, así que esa debería ser la expectativa: que la gente participe, que entienda, que se respondan sus preguntas, que vean el progreso del trabajo y que luego lo ratifiquen con esas cifras”, destacó.
El contrato es el primero del CTU que se logra sin huelga ni votación de huelga en 15 años, y la ratificación, con un 97% de aprobación, es mucho mayor que otras votaciones en ese período. En 2019, el 80% de los miembros con derecho a voto ratificaron un acuerdo tras un paro de 11 días. En 2016, la aprobación fue del 79% y del 72% en 2012.
Davis Gates dijo que este contrato se basó en acuerdos de contratos anteriores, que se lograron tras huelgas. Por ejemplo, el contrato de 2019 establecía límites de tamaño de clase que se redujeron en este contrato. Recordó a Karen Lewis, la venerada y fallecida presidenta del CTU.
“Ella nunca dijo que ganaron”, destacó Davis Gates. ‘Nunca dijo ‘este es el fin’”.
La votación se realizó con boletas en las escuelas y centros de votación de toda la ciudad el jueves y el viernes, y el recuento finalizó durante el fin de semana. Se espera que la Junta de Educación vote sobre el acuerdo en su reunión mensual del 24 de abril. CPS afirma que el director ejecutivo, Pedro Martínez, planea recomendar su aprobación.
A finales de marzo, CTU y CPS llegaron a un acuerdo provisional sobre el contrato, que otorga a los docentes aumentos salariales de entre el 4% y el 5% en cada uno de los cuatro años del acuerdo; establece límites más bajos para el tamaño de las clases; proporciona un salario adicional a los educadores veteranos; otorga más tiempo de planificación a los maestros de primaria; aumenta la financiación para programas deportivos; y potencialmente añade cientos de puestos de personal, incluyendo 90 bibliotecarios.
En un comunicado, los funcionarios de CPS afirmaron estar “increíblemente orgullosos de las inversiones específicas que apoyan a nuestros estudiantes con mayores necesidades y continúan priorizando las necesidades de nuestros estudiantes”.
“Este acuerdo provisional se mantiene fiel a los valores y la visión del Distrito sobre cómo debe ser la experiencia diaria de aprendizaje de un niño, a la vez que recompensa el excelente trabajo de nuestros educadores de una manera financieramente responsable”.
Bob Reiter, presidente de la Federación del Trabajo de Chicago, calificó la participación electoral y el apoyo como “increíbles”. Añadió que otros sindicatos con miles de miembros muy involucrados en la toma de decisiones con frecuencia tienen dificultades para obtener el mismo apoyo. Añadió que el contrato es importante en este momento, ya que la administración de Trump está “deconstruyendo la infraestructura educativa”.
Los padres de Chicago expresaron su alivio porque el contrato se aprobó sin huelga.
Taryn Montoya, quien tiene cuatro hijos en las escuelas de la ciudad, afirma que las huelgas son “una gran disrupción en la vida de todos, afectando a muchas familias, estudiantes, el aprendizaje y a los maestros. Y creo que los maestros son realmente lo primero. No sé qué haría sin nuestros maestros y toda la ayuda que brindan”.
Montoya, quien vive en Arcadia Terrace, en el lado noroeste, dijo que el enfoque del sindicato en clases más pequeñas es fundamental para poder llegar a estudiantes de diferentes niveles académicos, y apoya firmemente el esfuerzo del CTU por obtener más recursos para los deportes y mantener a los niños activos.
Los líderes sindicales dijeron que era impresionante que el contrato se hubiera logrado sin una huelga, aunque habría sido difícil para el CTU ir a la huelga con su amigo Brandon Johnson en la alcaldía. Sin embargo, antes del acuerdo contractual, hubo un conflicto significativo.
Johnson y el director ejecutivo de CPS, Pedro Martínez, tuvieron diferencias sobre cómo pagar el contrato de CTU, junto con otros gastos significativos, incluyendo un pago de pensión municipal en disputa para los empleados de CPS.
Como resultado, los líderes sindicales se pusieron en contra de Martínez y comenzaron a criticarlo públicamente.
Finalmente, la saga llevó a la junta escolar, nombrada por Johnson, a renunciar en octubre y a la junta que la reemplazó a despedir a Martínez en diciembre.
El contrato de Martínez le permitió permanecer en el cargo hasta junio porque fue despedido sin una causa justificada. Alegó en una demanda contra la Junta de Educación que sus miembros interferían con su trabajo de supervisar las negociaciones de la CTU.
Al final, Martínez y Davis Gates siguieron enfrentados. Martínez se mostró crítico al salir de una reunión en el Ayuntamiento destinada a acercar a las partes para llegar a un acuerdo. Mientras tanto, Davis Gates ha insistido en que Martínez fue el mayor obstáculo para un acuerdo.
La atención del CTU se centra ahora en las elecciones internas de su liderazgo a realizarse en mayo. Una candidatura rival se presenta contra el equipo de Davis Gates, cuyo grupo parlamentario ha liderado el sindicato desde 2010.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago