Casi para terminar su segundo concierto en Chicago como parte de su gira “Vivir sin Aire”, Fher Olvera, vocalista de Maná, dio un mensaje “de luz y amor” para la comunidad migrante de Chicago, esa misma que llenó el United Center por dos noches consecutivas el 26 y 27 de septiembre.
Mientras el estadio se iluminaba con las luces de los celulares y Olvera interpretaba en su armónica notas de “Rayando el sol”, uno de los primeros éxitos de la banda mexicana y el penúltimo de los 24 que interpretaron esa noche, le pidió al público que compartiera “una luz de esperanza, una luz de amor”.
“Quiero decirles una cosa que respetamos y admiramos mucho los Manás: toda su gente, sus antecesores, sus antepasados que vinieron y lucharon aquí en Chicago, este es el producto, el resultado, gracias a toda esa gente que le ha chingado tanto. Sabemos que estamos viviendo momentos complicados… mucho bla, bla, bla también de este ‘güey’ (sin decir nombres), pero eso va a pasar”, recalcó Olvera.
Destacó que toda la gente que ha venido a este país lo hizo para trabajar y buscar una mejor vida. “Qué chingón que muchos de ustedes se estén superando, vamos para adelante, ánimo, no nos vamos a desanimar. Esta es una cultura hispana, latina y mexicana de poca madre”, recalcó.
@giselaorozco_ Una luz y mensaje de esperanza de parte de #FherOlvera de @Maná 🇲🇽🤘🙌 para la comunidad mexicana y migrante de Estados Unidos, en estos tiempos. #vivirsinairetour #Chicago #mexicanos #mexicanosenusa ♬ sonido original – GiselaOrozcoOrozco_
Ese segundo concierto comenzó a las 9 p.m. con el tema “Déjame entrar” del disco “Cuando los ángeles lloran”, lanzado en 1995, y fue cuando los cuatro Manás, Olvera (voz), Álex González (batería, voz), Juan Calleros (bajo) y Sergio Vallín (guitarra), aparecieron en el escenario.
A treinta años de distancia de su lanzamiento, esta canción no ha perdido su energía, lo mismo aplica para todos los temas de la banda consagrada como toda una verdadera representante de México, lo mismo que el mensaje que dio Olvera que, como dijo su baterista Álex González en entrevista a La Voz, “Maná siempre ha sido una banda muy honesta”.
En ese entonces, González destacó que el llamar a la gira “Vivir sin aire” fue por varias cosas. No sólo porque es una de las canciones que les abrió la puerta a nivel internacional, sino porque la letra de la canción tiene varias lecturas: desde hablar del medio ambiente, el calentamiento global, hasta que actualmente en Estados Unidos hace alusión al sufrimiento de la comunidad inmigrante.
“Hay mucho miedo en la comunidad latina, se les está quitando el aire, la libertad. Queremos dar un mensaje positivo de unidad, decir que los latinos somos una fuerza muy importante con mucho talento para aportar. Celebramos con esta gira nuestra cultura y queremos decir que, aunque hay incertidumbre, después de la tempestad sale el sol. Tenemos que vivir sin miedo”, enfatizó.
Por eso, tras cantar los tres primeros temas de la noche, “Déjame entrar”, “Manda una señal de amor” y “De pies a cabeza” y dar las buenas noches al público, Olvera no tuvo más que halagos para su público de Chicago.
@manaoficial Qué manera de cantar y gritar, Chicago. Gracias por su entrega y su cariño 🤘🏻🤘🏻 ¡CANADÁ 🇨🇦 !Nos vemos este fin de semana 3/Octubre – Montreal 4/Octubre – Toronto ¡Boletos: Link En Bio! #tour #vivirsinairetour ♬ original sound – Maná
“Qué gusto estar aquí por segunda noche, en esta hermosa ciudad que es un pedacito de México, qué chingón… ya los extrañábamos, es una de las ciudades con más energía, con más punch, con más canto de todos los Estados Unidos”, recalcó.
Contó que han venido a Chicago desde hace 30 años y que le daba gusto ver caras nuevas y que la gente se sigue divirtiendo “de poca madre” en sus conciertos.
“Venimos a hacer una fiesta mexicana aquí… para toda la gente americana, all the gringos, welcome to this Mexican party, this is a real Mexican party (…). Esta noche vamos a echar toda la carne al asador, me cae que los conciertos están siendo largos, no hay pedo, yo aguanto mientras ustedes estén prendidos”, compartió.
También contó que precisamente fue el tema “Vivir sin aire” —tema incluido en su disco “¿Dónde jugarán los niños?” (1992)— uno de los que comenzaron a sonar en Chicago.
“Nos sorprende ahora a los Manás ver a tanta gente jovencita en los conciertos de esta banda mexicana. Les voy a decir que en cada disco, en cada producción, hemos dejado el alma, lo hemos hecho con el 100% de nosotros. Ha sido un trabajo muy largo y nos seguimos divirtiendo muchísimo, ha valido la pena, nos quieren, los queremos. No saben qué chingón se siente estar aquí”, destacó Olvera.
Olvera tenía ganas de compartir, de entregarse al público que les ha dado tanto. Cuando alguien arrojó una bandera mexicana, la tomó, la ondeó y se cubrió con ella para luego dejarla a un lado del escenario después de besarla. Toda la noche enfatizaba la cultura e identidad mexicanas.
Sabía que esa era su gente, la comunidad migrante, la misma que hoy en día está siendo perseguida en las calles de la ciudad y que a pesar del temor, por haber comprado desde antes los boletos o por lo que quieran, no faltó a su cita con Maná.
Desde el segundo escenario del lugar al que llaman “La isla” y que desde hace varios años es parte fundamental de los conciertos de la banda, se armó lo que Olvera llamó “la bohemiada con musiquita mexicana”, evocando una cantina mexicana.
Desde ahí cantó dos temas de la autoría del cantautor guanajuatense José Alfredo Jiménez (1926-1973) “Ella” y “El rey”, para luego cantar sus éxitos como “Amor clandestino”, “Te lloré todo un río” más al estilo de la nueva versión que grabaron con Christian Nodal, “El reloj cucú”, tema que Olvera escribió con su padre en mente, quien murió cuando él tenía 7 años de edad, según contó y que dedicó a “todos nuestros seres queridos que se han ido a las estrellas”.
La experiencia del concierto en la isla siguió con la interpretación de “Don’t Let Me Down”, original de The Beatles, que, dijo el vocalista, para los Manás era la mejor banda del mundo, y terminó con “Bendita tu luz”.
La despedida se dio en el escenario principal con “No ha parado de llover”, “En el muelle de San Blas”, la ya mencionada “Rayando el sol” y cerrando con “Oye, mi amor”.
