A medida que continúan las llamadas para detener la agresiva campaña de deportación del presidente Donald Trump, los activistas también piden a empresas y corporaciones que hagan su parte para proteger a los inmigrantes.
El sábado por la mañana, durante una protesta frente a una tienda de Home Depot en el vecindario de Belmont Cragin, activistas y funcionarios electos pidieron a la compañía que niegue la entrada a los agentes federales que intentan ingresar a la tienda y que revise sus políticas para proteger a los clientes, al personal y a los jornaleros de ser detenidos en la propiedad de la empresa.
Un grupo de personas se reunió afuera de la tienda, ubicada en el 1919 N. Cicero Ave., sosteniendo letreros que decían “Chicago dice no a ICE” y “Noem Depot” en referencia a la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem. La multitud cantó acompañada de un grupo norteño.
Los organizadores acusaron a Home Depot de no proteger a sus trabajadores y clientes de los agentes federales, diciendo que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha apuntado a los jornaleros que buscan trabajo reuniéndose afuera de las tiendas Home Depot y otras tiendas de mejoras para el hogar.
“Durante los últimos 30 años, la empresa se ha lucrado con los jornaleros que se reúnen en sus tiendas”, dijo Geovanni Celaya, organizador de trabajadores migrantes en el grupo Latino Union. “Es importante que hagamos responsables a Home Depot y exijamos que haga algo”.
Celaya hizo demandas específicas a Home Depot, pidiendo a la empresa que prohíba a los agentes federales entrar en su propiedad, cierre las puertas durante las redadas de inmigración, establezca una política sobre inmigración y agentes federales, apoye y provea recursos a las familias afectadas por las redadas en propiedad de Home Depot y publique las grabaciones de video de las cámaras de seguridad de esas redadas.
“No se nos notifica que se llevarán a cabo actividades de cumplimiento de inmigración, y no estamos involucrados en los operativos. Estamos obligados a seguir todas las reglas y regulaciones federales y locales en cada mercado donde operamos”, dijo el sábado al Sun-Times George Lane, portavoz de la empresa.
La representante Delia Ramírez, quien representa al tercer distrito del estado que incluye la Home Depot donde se realizó la protesta del sábado, dijo que se reunió con miembros de la oficina corporativa de Home Depot, quienes le dijeron que la empresa no trabaja con ICE, pero no puede detenerlos de entrar en sus tiendas.
Ramírez calificó eso de “tonterías”, diciendo que las empresas privadas tienen derecho a negar el servicio y el acceso a cualquiera, y contrastó esa postura con la de los negocios pequeños, que en Chicago han cerrado sus puertas y publicado letreros que indican que los agentes federales no tienen permitido entrar.
“No puedo entrar y hacer campaña, ni recolectar firmas, ¿verdad? ¿Por qué puede ICE sí puede entrar?” destacó Ramírez. “Si alguien que experimenta la falta de hogar no puede encontrar calor adentro de ese Home Depot, ¿por qué puede … Gregory Bovino entrar al Home Depot y causar caos?”.
La concejal Jessie Fuentes (26°), quien el mes pasado fue esposada y detenida brevemente por agentes federales cuando cuestionó si tenían una orden para un detenido, dijo que ella y otros organizadores y funcionarios electos están considerando si un boicot organizado a Home Depot sería efectivo, y dijo que está considerando una huelga general para protestar contra la administración de Trump y, específicamente, sus tácticas de inmigración.
“Necesitamos seguir haciendo responsables a estos altos ejecutivos corporativos que se benefician y lucran a costa de los inmigrantes que no dirán nada para proteger a las personas que ponen dinero en sus bolsillos”, destacó Fuentes. “La manera de hacer eso es reteniendo nuestro dinero de una corporación como Home Depot. La manera de hacer eso es asegurarnos de que nuestros vecinos pongan su dinero en otra parte, en negocios que los dignifiquen y los protejan”.
Fuentes y Ramírez reconocieron que puede requerir más que la presión de activistas y de funcionarios electos para que Home Depot y otras corporaciones adhieran a sus demandas. Reconocieron la posibilidad de que Home Depot y otras compañías no se opongan a la administración de Trump y a sus tácticas de inmigración, a menos que estas afecten sus ganancias.
“Puede que no quieran prestar atención a la congresista de este distrito, pero prestarán atención a todas las personas que están diciendo, ‘ya basta, no podemos comprarles si van a seguir dañando y demonizando y permitiendo que nuestros vecinos de la comunidad sean atacados’”, puntualizó Ramírez.
Fuentes dijo que ha estado en contacto con las familias de varias personas que han sido detenidas, algunas de las cuales son jornaleros, y llevadas a un centro de procesamiento de inmigración en el suburbio de Broadview, que se ha convertido en un centro de detención, donde se informa que los detenidos son mantenidos durante días sin acceso a duchas o comida caliente. Otras familias no han podido comunicarse con sus seres queridos que han sido detenidos y no saben dónde están.
“No se les ha dado el derecho a llamar a un abogado y a hacer una llamada a su familia”, dijo Fuentes. “Estamos viendo no sólo agresiones físicas y violaciones a cuerpos latinos, sino que también estamos observando violaciones a los derechos constitucionales en todas partes”.
Traducido con una herramienta de inteligencia artificial (AI) y editado por La Voz Chicago