Ante los aranceles de la administración de Trump, los compradores buscan ofertas y modifican sus hábitos

Kntrice Yvonne no estaba segura de cómo la afectarían los nuevos aranceles de la administración de Trump. Entonces fue a comprar alimentos.

Yvonne ahora es más cuidadosa que nunca con sus compras. Esto es especialmente difícil porque le gusta tener productos frescos para que los coma su hijo pequeño, dijo. Pero como los precios de muchos productos están subiendo, ha comenzado a considerar fuentes alternativas, incluidos los bancos de alimentos.

“No sé cómo nos afectará esto a largo plazo, así que me estoy volviendo mucho más ingeniosa. Mañana iré a un banco de alimentos que me ayudará con los productos frescos”, dijo Yvonne mientras compraba en la tienda Patel Brothers en West Ridge.

“No sabía cómo afectarían [los aranceles] a las cosas que compro”, comentó. “No sabía cómo me afectaría personalmente, pero ahora lo veo”.

Yvonne no es la única que está sintiendo la presión. Los compradores de alimentos de toda la ciudad han comenzado a buscar ofertas en diferentes tiendas y a posponer las compras no esenciales, ya que el presidente Donald Trump ha amenazado con aranceles aún más altos, lo que podría ocasionar un aumento de los precios.

La semana pasada, el presidente cumplió su promesa de campaña de imponer aranceles a sus socios comerciales, declarando un impuesto base del 10% sobre las importaciones de todos los países e intereses significativamente más altos para otros países que mantienen superávits comerciales con Estados Unidos. Como respuesta, los mercados globales se han desplomado.

El viernes, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió que los aranceles podrían aumentar la inflación.

A family leaves with a cart full of groceries at La Casa Del Pueblo Supermarket, located at 1810 S. Blue Island Ave. in the Pilsen neighborhood, Monday, April 7, 2025.

Una familia sale con un carrito lleno de comestibles del supermercado La Casa Del Pueblo. La semana pasada, el presidente Donald Trump impuso un impuesto del 10% a las importaciones de todos los países.

Tyler Pasciak LaRiviere/Sun-Times

Zumiya Gómez estaba de compras el miércoles en un Walmart en Belmont Gardens con su abuela de 82 años de edad.

A principios de cada mes, Fidela Medina recibe su cheque del Seguro Social y se dirige al supermercado. Gómez comentó que a su abuela, quien tiene ingresos fijos, le preocupa que bajo la administración de Trump sus cheques sigan llegando.

“Está muy estresada por la eliminación de su Seguro Social. Recibe cartas sobre su Seguro Social, necesitando verificar ciertas cosas”, contó Gómez.

Gómez dijo que su abuela quiere abastecerse de alimentos enlatados y otros productos no perecederos para el mes.

A Gómez también le preocupa el aumento de precios.

“Estoy muy nerviosa por el aumento de todos los costos, como el alquiler, la comida, todo”, destacó Gómez. “Me estresa que todo suba. Da mucho miedo”.

Trump ha dicho que los aranceles son “recíprocos” para igualar los aranceles que otros países imponen a Estados Unidos, pero la Casa Blanca también afirmó que calculó los aranceles con base en el desequilibrio comercial de cada país con Estados Unidos. Trump ha dicho que los aranceles traerán empleos de manufactura de vuelta a Estados Unidos.

Pero la mayoría de los economistas no comparten el entusiasmo de Trump por los aranceles porque son un impuesto a los importadores que generalmente se traslada a los consumidores.

Ryan Whitney, gerente de Wild Onion Market en Rogers Park, dijo que la tienda ya está pagando costos más altos por algunos de los productos que vende.

“Una caja de mangos, hace un par de meses o incluso un mes, costaba unos $13 al por mayor, y ahora cuesta casi $30”, dijo Whitney. Los aguacates cuestan casi $100 la caja, lo cual es carísimo. Durante el último año, rondaban entre $65 y $75. Las uvas también superan los $100 la caja, un precio muy alto para las uvas”.

Esto pone a Wild Onion, un mercado independiente y comunitario, en una situación complicada, destacó Whitney. Las grandes cadenas de tiendas pueden absorber los mayores costos de importación y mantener los precios bajos, pero eso no es una opción para los pequeños operadores.

“Si tenemos que cobrar más que en otros lugares, como Jewel o Whole Foods, ellos pueden cobrar muy poco por estos productos porque cuentan con el respaldo de las grandes empresas, pero nosotros no, y no podemos competir financieramente con ellas”, explicó Whitney. “No podemos ofrecer los mismos precios que ellos, y eso nos perjudicará mientras los aranceles sigan vigentes”.

A shopper browses the selection at La Casa Del Pueblo Supermarket, located at 1810 S. Blue Island Ave. in the Pilsen neighborhood, Monday, April 7, 2025.

Un comprador recorre los pasillos del supermercado La Casa Del Pueblo. A los pequeños comerciantes les preocupa que los aranceles les impidan competir con las grandes cadenas de tiendas, que pueden absorber los mayores costos de importación y mantener los precios bajos.

Tyler Pasciak LaRiviere/Sun-Times

Compradores como Jeshua Johnson buscan cada vez más ofertas más baratas. El lunes, Johnson fue primero a un Tony’s Fresh Market para comprar comestibles, pero después de ver los precios allí, fue a uno de sus otros lugares habituales, HarvesTime Foods en Lincoln Square.

Johnson fue despedido en octubre y ahora está “tratando de ajustar su presupuesto entre trabajos. Es difícil. Ya no se ven muchas ofertas”.

Añadió que un arancel no “reduce nuestro costo de vida, sino que lo aumenta”. Le preocupa cómo los altos precios podrían afectar a los más vulnerables.

“Conozco gente con hijos o con problemas médicos que gastan miles de dólares en medicamentos al mes y perdieron su trabajo, y además, todo lo demás está subiendo”, dijo. “Va a herir mucho, y es sólo el principio”.

A Melissa Codd le gusta comprar en supermercados pequeños, así que suele pasar por La Casa Del Pueblo en Pilsen. Allí estaba el lunes, con una canasta de compras llena de productos.

Codd dijo que tiene suerte de que el aumento de los precios de los alimentos no la afecte demasiado, pero sí le preocupa cómo los aranceles podrían perjudicar a negocios como La Casa Del Pueblo.

“Esta tienda es realmente única y me gusta la selección. No quisiera que desapareciera”, agregó.“Siento que, debido a los aranceles, su selección podría verse afectada y eso podría restarles valor. Definitivamente estoy preocupada por los pequeños”.

La reciente incertidumbre económica ha llevado a Codd a analizar sus compras “frívolas”.

“Pienso que quizás debería comprar zapatos ahora mismo porque he oído que se verán muy afectados”, dijo Codd. “Pero también me pregunto: ¿debería comprarlos?

Hay muchas cosas que tener en cuenta ahora mismo”.

Johnson afirmó que, con tanta inseguridad, los compradores tendrán que ser más inteligentes. “Parece que lo único que podemos hacer ahora mismo es buscar ofertas donde podamos”, agregó.

Con información de Associated Press

Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago

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