Luego de 16 meses de preparación y recaudación de fondos, Chicago está listo para su primerísimo plano.
Y el gobernador JB Pritzker —que ayudó a conseguir para la ciudad su 26ª convención política— dice que Chicago está preparado, tanto dentro como fuera del United Center.
Decenas de miles de periodistas y delegados llegaron a la ciudad durante el fin de semana para la Convención Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés), que comenzará formalmente el lunes por la tarde. También lo han hecho miles de manifestantes, que iniciaron el primer día una marcha masiva por la avenida Michigan, justo cuando los delegados, donantes e invitados se registraban en sus lujosos hoteles del centro.
El mundo dentro del United Center y su perímetro de seguridad será muy diferente y aislado del que se vive en el resto de Chicago.
Dentro del estadio, los demócratas amplificarán su mensaje de campaña de positividad por encima de lo “raro” y ayudarán a destacar a la vicepresidenta Kamala Harris como una candidata pionera que podría convertirse en la primera mujer negra y asiático-estadounidense en llegar a la Casa Blanca.
Fuera, los manifestantes harán todo lo posible para que se oiga su voz, punto central de un esfuerzo de más de 10 meses para obligar al Presidente Joe Biden y a Harris a impulsar un alto al fuego inmediato y permanente de la guerra entre Israel y Hamás y el fin de la ayuda militar estadounidense a Israel.
Pritzker dijo al Sun-Times que anticipa que habrá algunos manifestantes dentro del estadio, especialmente de delegados no comprometidos que protestan por la guerra en Gaza. Pero dijo que los demócratas mostrarán al mundo que respetan “las protestas pacíficas”.
“Espero que lo que la gente cubra al menos sobre las protestas, es que hubo protestas pacíficas y que protegimos a los manifestantes y sus derechos, y al mismo tiempo, que toleramos eso como demócratas”, dijo Pritzker. “Los republicanos y Donald Trump, en particular, no toleran las protestas”.
“Obviamente quieres permitirles ejercer su libertad de expresión, pero también no interrumpir los procedimientos”, agregó Pritzker. “Así que es un equilibrio. Manejar a un manifestante es un arte. Y creo que Kamala Harris ha demostrado que tiene talento para ello”, añadió Pritzker.
Este mes, Harris dijo a un grupo de manifestantes: “Estoy hablando”, cuando interrumpieron un mitin en su primera visita a Michigan desde que se convirtió en la candidata demócrata a la presidencia.
En cuanto a los manifestantes combativos, Pritzker dijo que la Municipalidad “no protegerá a personas que sean un peligro para la gente de Chicago, para los visitantes de Chicago, para nadie”.
“Si quieres provocar el caos, te van a detener. Serás acusado y condenado”, señaló Pritzker.
El gobernador demócrata dijo que la Guardia Nacional ha formado parte de los planes de contingencia en caso de que las protestas se descontrolen. Y el domingo se vieron guardias en el cuartel general del Departamento de Policía de Chicago.
“Todos los niveles de aplicación de la ley y protección que podemos proporcionar, hemos hecho contingencias y demás. Todo esto se está preparando desde hace año y medio. Por cierto, son 60 años de experiencia (…). Así que creo que se ha aprendido mucho, y se gestionará adecuadamente”.
Pritzker, la senadora Tammy Duckworth y la ex alcaldesa Lori Lightfoot fueron clave para que el Presidente Joe Biden decidiera realizar la convención en Chicago por encima de Nueva York, Atlanta y Houston.
Y el alcalde Brandon Johnson heredó la convención tras asumir el cargo el año pasado. Tanto Pritzker como Johnson hablarán en la convención: Johnson el lunes por la tarde y Pritzker el martes por la noche.
La reunión de cuatro días será la convención más cara de la historia.
La semana pasada, el comité anfitrión de Chicago anunció que recaudó más de $95 millones para pagar la convención, cubriendo todo, desde luces y sonido hasta comida para repartir, globos y otros suministros para la fiesta. Son $10 millones más de lo que los republicanos recaudaron para su convención del mes pasado en Milwaukee.
Sin estar sujetos a los límites de las contribuciones a los comités de campañas políticas, las grandes donaciones al comité anfitrión de Chicago han procedido de empresas como United Airlines, Peoples Gas, McDonald’s, Microsoft, Pfizer y Lyft.
Las organizaciones sindicales también han contribuido mucho, con grandes donaciones del Sindicato Internacional de Trabajadores de Norteamérica, el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios y la Federación Estadounidense de Maestros, entre otros.
La lista completa de contribuyentes no se conocerá hasta mucho después de que comience la fiesta. La ley electoral federal no obliga a los comités anfitriones —que están registrados como organizaciones sin fines de lucro— a revelar sus contribuyentes hasta dos meses después de que finalice la convención.
Mientras tanto, al otro lado del pasillo, los republicanos de Illinois se han burlado del gran espectáculo de Chicago.
“Verán bandas de música. Oirán a John Legend en su concierto. Están haciendo todo lo posible para la convención”, dijo la senadora estatal Sue Rezin, republicana de Morris.
“Pero lo que realmente importa es después de la convención, cuando los contribuyentes del estado y de este país realmente vuelvan a su rutina de ir al supermercado y se les recuerde que no pueden alimentar a una familia de cuatro (…). Recordarán cómo es la agenda demócrata y cómo les afecta”.
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Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago