Músicos conocedores de carrera amplia y “jazzistas frustrados” confesos, los mexicanos Daniel Zepeda e Iván de la Rioja comenzaron en 2018 el dúo Daniel, Me Estás Matando, dándose la libertad y licencia de crear su propio género: el boleroglam.
Cada uno trae a cuestas una carrera musical independiente, de la Rioja como multiinstrumentista y DJ, y Zepeda como parte de una familia dedicada a la música ya que su abuela es la cantante y actriz mexicana María Victoria, una de las grandes leyendas vivas de México, y su papá es el productor y compositor Rubén Zepeda.
Pero Daniel ha hecho lo suyo por su cuenta como cantante, multiinstrumentista y compositor más allá de lo que ha estado haciendo con el dúo. De hecho, Iván y él se conocieron componiendo jingles para publicidad y música para telenovelas.
“Lo que descubrimos al trabajar juntos haciendo jingles, música para telenovelas y cosas de producción para otras personas, fue que trabajábamos muy rápido y negociábamos muy bien en torno a las ideas. Si alguien tenía una idea no nos aferrábamos; eso lo entendimos en el estudio y es muy valioso”, contó Zepeda en entrevista con La Voz.
Otra cosa de la que se dieron cuenta, es que serían un buen equipo, socios y hasta “matrimonio” musical.
“Fue súper importante darnos cuenta que no nos íbamos a robar. [Fue] darme cuenta que él tiene una ética de su economía bastante buena y yo estar seguro que voy a manejar el dinero y no le voy a quitar ni un peso… eso también era muy valioso. Porque estás acostumbrado a que la gente es bien amable, bien tranquila, bien carismática luego es bien ratera. En este caso no somos ni carismáticos, ni tranquilos. Somos neuróticos pero no somos rateros”, compartió Zepeda sin reservas.
De ahí que ese dúo dinámico creador del género “boleroglam”, pueda compartir y aprender en todos los sentidos. No sólo cantan y tocan su música, la producen, están involucrados en el manejo, la gestión de conciertos, la venta de boletos y la reinvención del dúo como concepto que se tiene que reinventar.
“Trabajar en otras cosas nos enseñó, entre varias, dos cosas muy importantes: una, que para que un trabajo sea considerado trabajo, hay que trabajar todos los días jornadas de trabajo y, la otra, que a la hora de hacer producciones nos acostumbramos a seguir referencias y metamorfearlas como decir ‘esta canción quiero que suene a José Antonio Méndez, esta a José José, esta a Pérez Prado’. Sabemos que siempre termina uno manchando las producciones de lo que es uno mismo”, detalló.
La creación de su género el boleroglam, fue de alguna manera una decisión con algo de postura punk en el sentido de preferir la autonomía artística frente a la cultura y música mainstream y promover la libertad individual y la ética de hacer las cosas por uno mismo.
“Sí, hay algo de postura punk”, compartió Zepeda. “Más allá de la parte musical. Empezamos hacer algo que no estaba de moda (el bolero), lo empezamos a hacer porque teníamos ganas, porque nos latía esa es la parte punk, artísticamente”.
“Y porque no pertenecemos a ninguna disquera y nos hemos aferrado a ser independientes todo este tiempo, una sí por la parte punk y la otra porque nos conviene. Si no tenemos disquera, ganamos más dinero porque no nos quitan. Definitivamente hay algo punk dentro de nosotros que tiende a emerger en la actitud del proyecto pero no es en lo que pienso, pienso en que las cosas caminen y gusten las canciones”, explicó.
El año pasado dieron su primer concierto en Chicago como parte de su gira “Cómo arruinarte la vida” y ahora regresarán con el cantautor mexicano Óscar Alfonso Castro Valenzuela —mejor conocido como Caloncho— como parte de la gira “Ven a mi show” será un deleite.
Chicago es la última plaza de su gira por Estados Unidos y esperan pasarla bien. “Chicago es la última del recorrido y la verdad ha sido un recorrido bastante amable, casi no hemos viajado y tocado el mismo día, todo maravilloso”.
Compartir con Caloncho es un deleite, ya que son “compas” (amigos) y tienen temas juntos como “No me hace falta nada” y “Te ves muy bien”, por lo que como ya han hecho en otras fechas de la gira, en su presentación en Chicago los veremos compartir en el escenario.
“El Caloncho es una persona bien chida, es bien fácil de convivir, los dos equipos estamos en disposición total de coexistir y de ser flexibles. Pasa mucho, es muy normal en esta industria [de la música] que la gente se ponga diva, es una industria que va más allá de la música”, aseguró.
Y enfatizó: “En el pop, lo último que importa es la música, es ‘haber quién es más famoso, quién es más importante, a quién quiere más el público’, ese tipo de cosas… pero con el Caloncho la verdad es que embonamos muy bien porque él no tiene esas cosas. Apenas en Dallas vamos a tocar todas las canciones que tenemos juntos porque no había habido tiempo de tocarlas pero parece que va a suceder y en Chicago… ya va estar sucediendo todo”, adelantó.
Sobre cómo manejan el humor y la música, Zepeda contó que en ocasiones la gente piensa que su música es “de broma” por el hecho que sus letras hablan del amor de una manera peculiar y divertida.
“El hecho que la música sea divertida no significa que sea una broma, tratamos de hacerlo de una forma amigable, divertida, ligera”, detalló.
De su quinto material de estudio ya han estrenado dos sencillos, el más reciente “Se equivocó” para el que se han dedicado a hacer una campaña en redes sociales usando memes y gifs, algo que Zepeda aseguró, les ha funcionado bastante bien.
Aunque en sus discos todo es bolero y romanticismo como en sus cuatro discos de estudio —“Suspiros” y “Boleroglam Vol. 1”, “Boleroglam Vol. 2” y “Cómo arruinarte la vida”— en vivo sí les da por “rocanrolear”, por lo que en vivo sí se avientan sus jams y riffs.
“Para nosotros es muy importante la parte en la que hay ‘jams’ porque crecimos en nuestra formación musical como jazzistas frustrados. Hay una parte de nosotros que aunque estemos cantando canciones cursis y ridículas, necesitamos tocar un solo”.
Luego de la gira, continuarán su andar con presentaciones en solitario en México y Latinoamérica y creando más de su “boleroglam”.
“Bendito sea Dios, esperando que guste nuestra música”.