Cuando Ashbey Beasley, activista por la seguridad con las armas de Highland Park, escuchó que agentes federales patrullaban el cercano suburbio de Highwood el jueves por la mañana, se subió a su auto y salió a buscarlos.
No tardó mucho en ver a un grupo de agentes frente a la casa de un residente.
“Me di cuenta de que había varios autos y varios agentes. Así que me detuve y comencé a grabar”, dijo Beasley. “Y entonces, en un momento dado, decidí que debía ser una grabación en vivo”.
Beasley, quien presenció el tiroteo en el desfile del 4 de julio en Highland Park, declaró que los agentes le informaron que estaban realizando una revisión de bienestar.
Se habían reportado en redes sociales que agentes federales de inmigración estaban visitando domicilios para realizar revisiones de bienestar y utilizando esta táctica para encontrar personas para deportarlas.
Un portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) confirmó que los oficiales estaban investigando si los niños no acompañados entregados a patrocinadores de la Oficina Federal de Reubicación de Refugiados (ORR) son víctimas de trata de personas o explotación.
“ICE está plenamente comprometido con la seguridad infantil y la rendición de cuentas”, declaró la agencia en el comunicado.
La administración de Trump ha intensificado sus esfuerzos de cumplimiento de la ley como parte de su promesa de llevar a cabo la mayor deportación masiva en la historia de Estados Unidos.
En otro incidente ocurrido el jueves, un hombre fue arrestado en Highwood y enviado a un centro de detención de inmigrantes en Indiana.
La comunidad de Highwood, en la costa norte, se encuentra justo al norte de Highland Park y aproximadamente el 40% de su población se identifica como latina. Miembros de la comunidad reportaron haber visto agentes de ICE en una zona cercana a la Escuela Primaria Oak Terrace, donde viven muchos latinos, que a menudo comparten una misma vivienda con varias familias.
Las imágenes tomadas por Beasley muestran al menos a siete agentes afuera del edificio de Highwood. Es difícil escuchar el video, que publicó en Instagram, pero Beasley afirmó que los agentes le pidieron a la mujer que los dejara entrar.
Beasley explicó que la mujer se negó, por lo que los agentes la interrogaron afuera de su puerta, preguntándole sobre su estatus migratorio, dónde trabajaba, si alguna vez había sufrido abuso sexual, si se sentía segura donde vivía y si podía salir de su casa.
Los abogados de inmigración están teniendo noticias de verificaciones de bienestar similares en todo el país, dijo Stephen Yale-Loehr, profesor jubilado de derecho migratorio.
“Están usando estos supuestos controles de bienestar como pretexto para averiguar si el patrocinador se encuentra en Estados Unidos ilegalmente o si, en teoría, podría ser acusado de albergar a la persona, y eso ha irritado mucho a muchos abogados de inmigración”, dijo Yale-Loehr.
Incluso durante los controles de bienestar, Yale-Loehr afirmó que las personas aún tienen derecho a guardar silencio y a no abrir la puerta a las autoridades a menos que se les presente una orden judicial.
Mientras Beasley grababa la interacción, los agentes le dijeron que estaba obstaculizando el paso. Pero ella sostiene que no lo estaba haciendo porque estaba hablando con personas que veían la transmisión en vivo.
“Tuve mucho cuidado de, por ejemplo, quedarme en mi auto, de no estorbarles, de no interponerme entre ellos”, dijo.
Todas las personas tienen derecho constitucional a grabar el encuentro, siempre y cuando no obstaculicen ni interfieran con los agentes de ICE, dijo Yale-Loehr, quien agregó que creía que Beasley estaba dentro de sus derechos constitucionales basándose en un video publicado en Instagram.
“Pueden grabar en video, ya sea en la acera o en su auto”, dijo Yale-Loehr. “Es un derecho constitucional básico que todos tenemos”.
Ashbey Beasley, residente de Highland Park y quien sobrevivió al tiroteo del 4 de julio en Highland Park con su hijo, es vista afuera de la Corte del Condado de Lake en Waukegan el 3 de agosto de 2022, después de la lectura de cargos del presunto tirador, Robert Crimo III. | Pat Nabong/Archivos Sun-Times
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago