Oficiales de la Policía de Chicago, vestidos de gala, se unieron el martes a familiares y amigos del oficial Enrique Martínez, asesinado en el Parque Burnham, para la incorporación de su nombre al Monumento a las Familias Gold Star.
El hermano de Martínez, el oficial Adrian Martínez Jr., retiró la cinta que cubría el nombre de su hermano, recién grabado en piedra.
Su nombre ahora se encuentra en el monumento junto a otros 605 oficiales que murieron en acto de servicio desde la formación del Departamento de Policía de Chicago en la década de 1830.
El 4 de noviembre de 2024, Martínez fue asesinado a tiros mientras realizaba una parada de tráfico en Chatham, en el lado sur de Chicago. Tenía 26 años de edad y llevaba casi tres años en el departamento.
Darion McMillian, de 23 años, un delincuente convicto, ha sido acusado de asesinato en primer grado por el asesinato de Enriquez y otro hombre en la cuadra 8000 al sur de Ingleside Ave.
El superintendente de policía Larry Snelling dijo que esa fecha fue una noche que siempre recordará y que no quiere volver a vivir.
“Mientras estamos aquí con estos uniformes como hermanos y hermanas en este departamento de policía, debemos ser fuertes unos con otros”, destacó Snelling. “Porque en esos últimos momentos de un oficial que dio su vida para proteger esta ciudad, lo más cercano a ese oficial era alguien que vestía el mismo uniforme”.
Snelling elogió a Martínez por su valentía y compromiso con la fuerza policial, animando a otros a vivir vidas como él.
“A muy temprana edad, decidió asumir la responsabilidad de mantener a la gente de su ciudad segura, se comprometió a arriesgar su vida para mantener a la gente segura en esta ciudad”, dijo Snelling.
El director de la Fundación Conmemorativa de la Policía de Chicago, Phil Cline, habló del carácter de Martínez, destacando la cita grabada en la entrada del monumento: “No es cómo murieron estos oficiales lo que los convirtió en héroes, sino cómo vivieron”.
“Enrique vivió con integridad, lealtad y humildad”, dijo Cline. “Hemos escuchado historias de cómo realmente se esforzó al máximo, por sus compañeros, su familia e incluso por desconocidos”.
La presidenta de la Fundación Conmemorativa de la Policía de Chicago, María Marmolejo, y el oficial Eduardo Marmolejo, cuyo esposo falleció en acto de servicio hace siete años, hablaron sobre las dificultades del duelo que atraviesa la familia de Martínez.
“Cuando toca vivir duelo, se hace de todas las maneras más extrañas posibles. El dolor y la pena nunca desaparecen”, dijo Marmolejo. “Pero yo y muchos otros estaremos aquí para recordarles que pueden, y lo harán, salir adelante, aunque sea sólo con un paso adelante”.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago