A principios de la década de los 70, cuatro jóvenes chicanos que cursaban en la misma secundaria comenzaron a juntarse por tener intereses y personalidades afines. También porque les repugnaba lo que pasaba en su comunidad, lo malo de su sistema educativo y que en los medios de comunicación—desde el cine, la televisión, las revistas e incluso la publicidad—su identidad como mexicoestadounidenses o chicanos no estuviera representada y que, cuando lo estaba, fuera como un estereotipo.
Y así surgió ASCO, colectivo de artistas chicanos basado en East Los Ángeles, con el nombre de cuatro letras que, más que una sensación, era un sentimiento y una forma de protesta contra todo eso que repudiaban y para abogar por sus derechos y los de su comunidad.
Los cuatro amigos que formaron ASCO son los ahora artistas respetados y visionarios de la comunidad, Pattsi Valdez, Harry Gamboa Jr., Glugio “Gronk” Nicandro y Willie F. Herrón III.
ASCO estuvo activo de 1972 a 1987 como un colectivo multidisciplinario en el que usaban el arte como medio de protesta y crearon con activismo y humor sarcástico toda una corriente que abogaba por los derechos y la representación de los chicanos.
Y si los medios no los incluían, ellos serían su propio medio, una visión muy adelantada, creando sus propios avances o “tráilers” de películas que no existían donde mostraban su color de piel y cultura, su propia entrega de premios y hasta yendo a pintar con graffiti las paredes del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA) en una demanda de que se incluyera el arte de chicanos.
Tras la desintegración del colectivo en 1987, su arte no fue reconocido por ninguna institución, pero a la vez, comenzó a armarse su legado entre conocidos.
Sin embargo, en algunos sitios como el Museo Nacional de Arte Mexicano (NMMA) de Chicago —fundado en 1982 por Carlos Tortolero y un grupo de maestros y que hasta 2006 se llamó Museo del Centro de Bellas Artes de México—, desde sus orígenes ha sido común ver exhibiciones de arte chicano que incluían obras de artistas como la propia Valdez y que ahora son piezas que forman parte de la colección permanente del museo.
No fue hasta 2011 que el LACMA inauguró una exposición retrospectiva dedicada al grupo, titulada “ASCO: Élite de lo Oscuro”, casi 40 años después de que el grupo pintara con graffiti afuera de la propiedad en su serie “Pintura en Aerosol LACMA”, donde confrontó la exclusión del arte chicano por parte del museo.
ASCO en la actualidad y su importancia
En el documental “ASCO: Sin permiso” del director Travis Gutiérrez Senger, que se estrenó en marzo en el festival South by Southwest (SXSW), la historia y el legado de ASCO están siendo revalorados y reconocidos.
“ASCO: sin permiso” se presentó el 25 de septiembre en una función especial gratuita y comunitaria gracias a una alianza y colaboración entre el Festival Internacional de Cine de Chicago —que este año celebra su edición 61 del 15 al 26 de octubre— y el NMMA en la que estuvieron presentes Travis Gutiérrez Senger y dos de los fundadores de ASCO, Patssi Valdez y Harry Gamboa Jr.
Producido por los “charolastras”, los mexicanos Gael García Bernal y Diego Luna, “Sin permiso” presenta entrevistas con los miembros originales de ASCO y revela más de los motivos personales, familiares y de entorno que los llevaron a crear el colectivo.
Además de entrevistas con actores latinos ya establecidos en Hollywood como el oriundo de Chicago y también chicano Michael Peña, Arturo Castro, quien es de origen guatemalteco, y hasta la dominicana Zoé Saldaña, ganadora del Óscar a Mejor Actriz de Reparto por la infame “Emilia Pérez”, así como nuevos artistas comunitarios que a su manera continúan y honran el legado del colectivo.
Y es que una de las encomiendas de ASCO también fue desde su chicanidad abogar por la inclusión de la cultura latina a nivel general, pero sin dejar a un lado su identidad ni diluirla.
Durante la conversación posterior a la proyección del filme que sostuvo con José Ochoa, actual director del NMMA, Gutiérrez Travis comentó que ha sido fan de ASCO durante mucho tiempo y que su propia familia también estaba involucrada con el Movimiento chicano.
Ya en entrevista con La Voz, el realizador destacó la importancia de un colectivo como ASCO y de que se reconozca su legado.
“Es importante crear y contar historias que nos empoderan como comunidad y mostrar lo absurdo de cómo hemos sido demonizados y hacerlo por medio del arte, del cine y activismo de una manera atrevida y no echarnos para atrás. ASCO es un gran ejemplo de eso, de que se puede hacer con humanidad y con actitud”, compartió Gutiérrez Travis.
Sobre todo en tiempos como los actuales cuando la administración del presidente Donald Trump tiene una cruzada y un operativo en marcha en Chicago con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) atacando principalmente a la comunidad migrante mexicana, algo que tiene paralelismos con los tiempos en los que surgió ASCO, según compartió Harry Gamboa Jr.
“Crecimos en los años 50 y 60 [tiempos de] la ‘Operación Wetback’ —espaldas mojadas, como se llamó peyorativamente a los inmigrantes mexicanos—, en los años del mandato de (Richard) Nixon al que todo mundo odiaba, pero él nos odiaba más a los mexicanos, y pasó algo como lo que pasa en Chicago en esta semana”, destacó Gamboa Jr. durante la conversación.
Gamboa describió el nombre de ASCO como una manera absurda de responder al odio. “La única manera de afrontarlo es demostrar que aún te amas a ti mismo”, compartió sobre su visión del colectivo.
Gutiérrez Travis destacó que el apoyo entre la comunidad chicana, mexicoestadounidense no sólo es necesario, sino que debe ser posible, cuando su poder económico es también significativo, ya que del llamado “mercado hispano” los mexicanos representan la inmensa mayoría, con más del 60 por ciento, según datos del Pew Center. Es decir, sin mexicanos el tal mercado no tiene las mismas cifras; este grupo demográfico es quien lo hace y lo sostiene.
“Necesitamos apoyarnos mutuamente para ser capaces de alzar nuestra voz, que se vea que pertenecemos aquí y que no debemos ser tratados así, no lo merecemos. Pero debemos tomar acción y recordar lo maravillosa que es nuestra cultura”, sentenció.
Para Pattsi Valdez, el ver su legado en pantalla fue hecho gracias al trabajo de Gutiérrez.
“Él nos inspiró”, dijo a La Voz. Para ella usar el arte fue una necesidad. “Tienes que hacerlo cuando creces como yo, porque ya no podía soportarlo”, destacó sobre su objetivo principal que desde el principio es mostrar una imagen positiva de lo que es y es capaz de hacer un chicano.
“ASCO: Sin permiso” seguirá su recorrido por festivales de cine como El Paso Film Festival, el Houston Latino Film Festival y en México, en el Festival Internacional de Cine de Morelia y en el Museo Universitario de la Ciudad de México, entre otros.
Más información en su perfil de Instagram y asanisimasafilms.com.