¿Libre y sin cargos? Nueve años después de colaborar con el FBI, buscan retirar los cargos contra Danny Solís

Danny Solís ha sido llamado la “prueba A” en el mundo de la corrupción.

Se le ha etiquetado como un “gran evasor de impuestos” y un “tumor maligno”.

Pero también se le ha descrito como un “micrófono andante” y uno de los espías encubiertos del gobierno “más importantes” que Chicago ha visto en décadas. Los fiscales afirman que brindó una cooperación “extraordinaria” que les ayudó a atrapar a dos de los políticos más poderosos de la ciudad.

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Ahora, casi nueve años después de que agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) llamaran a su puerta en el South Loop y le dieran una opción que definiría su legado, los fiscales federales solicitaron el viernes a la jueza federal de distrito, Andrea Wood, que desestimara el único cargo de soborno presentado contra el exconcejal del Distrito 25.

La solicitud, parte de un acuerdo que Solís alcanzó con los fiscales federales en 2018, lleva su caso a una conclusión notable pero largamente esperada. Un agente especial del FBI necesitó 100 páginas para detallar las acusaciones contra Solís en una declaración jurada ante la corte. Ahora, Solís parece estar en paz con el gobierno federal. Salvo un giro inesperado, saldrá con su libertad, un historial limpio y una pensión intacta.

El viernes, los fiscales ofrecieron en su moción comparecer ante la corte para presentar su solicitud en persona, si Wood así lo prefiere.

De cualquier manera, la medida es el resultado de un acuerdo “extraordinario, si no sin precedentes” para quien fuera un alto funcionario electo, dijo el ex fiscal federal Patrick Collins. Pero Solís también usó un micrófono oculto y ayudó a los federales a condenar al exconcejal Edward M. Burke y al expresidente de la Cámara de Representantes de Illinois Michael J. Madigan, dos políticos sin precedentes que parecían intocables para generaciones de habitantes de Chicago.

Collins, ahora socio del bufete King & Spalding, dijo: “Esa es la otra cara de la moneda”.

“Creo que es, en parte, una declaración del valor que [los fiscales] dieron a las personas contra las que él cooperaba”, dijo.

La moción de los federales también es una señal de que una era está llegando a su fin en la Corte Federal Dirksen. La investigación que derribó a Solís, Burke y Madigan se remonta a 2014. Aunque abarcó los mandatos de los ex fiscales de Estados Unidos. Los abogados Zachary Fardon y John Lausch, estuvieron bajo la dirección del fiscal federal adjunto Amarjeet Bhachu. Bhachu dejó el cargo hace apenas tres semanas.

La salida de Bhachu ocurrió poco después de que un jurado condenara a Madigan en febrero por conspiración para sobornar y otros delitos. El expresidente de la Cámara de Representantes se enfrenta a su sentencia en junio. Burke ya está en prisión. Y ahora, la fiscalía federal tiene un nuevo liderazgo, con Andrew Boutros asumiendo el lunes el cargo de fiscal federal principal de Chicago de forma interina.

Mientras tanto, han pasado casi seis años desde que Solís ocupó un cargo público en Chicago. En 1996 el exalcalde Richard M. Daley lo nombró representante del Distrito 25. Solís, quien fuera activista político, estuvo en cargo durante décadas y ascendió hasta convertirse en el influyente presidente del comité de zonificación. Dejó el cargo en 2019.

Former Alderman Danny Solis walks into the Everett M. Dirksen U.S. Courthouse in the Loop prior to Michael Madigan’s trial, Monday, Nov. 25, 2024.

Former Alderman Danny Solis walks into the Everett M. Dirksen U.S. Courthouse in the Loop prior to Michael Madigan’s trial, Monday, Nov. 25, 2024.

Anthony Vazquez/Sun-Times

Antes de que terminara su mandato ese año, el Sun-Times obtuvo una declaración jurada del FBI, desclasificada por error, que alegaba que Solís recibía “un flujo constante de beneficios personales” de personas por quienes había realizado, o se había ofrecido a realizar, gestiones oficiales en el Concejo Municipal. Los beneficios presuntamente incluían Viagra, servicios de prostitución, contribuciones a campañas y el uso de una granja multimillonaria.

El Sun-Times reportó las acusaciones y reveló el trabajo encubierto de Solís, lo que puso fin a su carrera política.

El FBI presentó originalmente su impactante declaración jurada el 27 de mayo de 2016, cinco días antes de que los agentes llamaran a la puerta de Solís en Delano Court. Entraron en su casa, se sentaron cerca de su cocina y le dijeron que escuchara, no hablara. Luego, comenzaron a compartir algunas de las pruebas que habían reunido en su contra, incluyendo una grabación secreta de una reunión que Solís tuvo con Madigan y otros.

El agente especial del FBI, Ryan McDonald, ha testificado en múltiples ocasiones sobre el encuentro desde entonces. Afirmó que los agentes decidieron no allanar las oficinas de Solís en el Ayuntamiento el día de la visita, el 1 de junio de 2016. Mantuvieron la investigación en secreto, y Solís accedió rápidamente a usar un micrófono oculto.

Solís trabajó de forma encubierta hasta enero de 2019, permitiendo además al FBI grabar sus llamadas telefónicas. Solís grabó a Burke y Madigan, entre otros, capturando la contundente ocurrencia de Burke en 2017: “La caja registradora aún no ha sonado”, así como la infame pregunta: “¿Conseguimos el atún?”.

Sin embargo, no fue hasta el 26 de diciembre de 2018 que Solís firmó el acuerdo, lo que llevó a los fiscales a presentar su solicitud el viernes. El documento, también firmado por Bhachu, se hizo público el 12 de abril de 2022.

Eso fue tres años después de que Solís desapareciera de la vida pública.

Conocido como acuerdo de enjuiciamiento diferido, el acuerdo requería que Solís admitiera un esquema de soborno específico, cooperara con la fiscalía y cumpliera con la ley.

A cambio, los federales acordaron no procesar a Solís por ningún delito relacionado. También acordaron solicitar la desestimación del cargo de soborno al término de un período de tres años.

El acuerdo estipula que la cooperación de Solís continuará hasta que los federales le notifiquen por escrito que ha finalizado.

La moción presentada el viernes por la fiscal federal adjunta Diane MacArthur señaló que “el gobierno no ha proporcionado dicha notificación por escrito a Solís y que su obligación de cooperar sigue vigente”.

El esquema que Solís admitió implicaba solicitar contribuciones de campaña a un grupo de desarrollo que necesitaba su ayuda en el Ayuntamiento. Entre sus propietarios se encontraba el magnate deportivo de Chicago Jerry Reinsdorf, según informó anteriormente el Sun-Times.

Durante el juicio de Madigan, los abogados del expresidente argumentaron que Solís ocultó ciertos delitos a los federales, a pesar de su acuerdo. Las acusaciones no parecieron convencer a los fiscales, quienes ya habían recibido numerosas críticas por ello.

La exalcaldesa Lori Lightfoot amenazó con intervenir en la corte cuando el acuerdo de Solís se hizo público en 2022. La exfiscal federal declaró entonces que se sentía “muy ofendida” de que Solís pudiera evitar la cárcel o incluso una condena a pesar de sus presuntos delitos.

Sin embargo, la alcaldesa finalmente cedió. Los fiscales declararon ante un juez que habían mantenido “conversaciones productivas” en el Ayuntamiento.

Posteriormente, los federales fueron duramente criticados por la jueza federal de distrito Virginia Kendall, quien ahora preside la corte federal de la ciudad.

Cuando Kendall sentenció a Burke en junio de 2024, declaró ante la corte que, “si la fiscalía está tan preocupada por la corrupción pública, parece un poco injustificado decir que el señor Solís no recibirá ninguna condena por sus actividades delictivas”.

Former Alderman Danny Solis walks into the Everett M. Dirksen U.S. Courthouse in the Loop prior to Michael Madigan’s trial, Monday, Nov. 25, 2024.

Former Alderman Danny Solis walks into the Everett M. Dirksen U.S. Courthouse in the Loop prior to Michael Madigan’s trial, Monday, Nov. 25, 2024.

Anthony Vazquez/Sun-Times

Cinco meses después, Solís testificó en el juicio de Madigan y testificó durante 21 horas a lo largo de seis días. El presidente del jurado declaró al Sun-Times después del juicio que consideraba a Solís un “operador corrupto”.

Pero Madigan debería haberlo sabido al tratar con Solís, afirmó el presidente. El jurado condenó a Madigan, en parte, por un complot para instalar a Solís en una junta estatal a cambio de su ayuda para conseguir negocios privados para el bufete de abogados de apelaciones fiscales de Madigan.

Sin embargo, hubo un momento en que no estaba claro si Solís comparecería alguna vez como testigo. La fiscalía decidió no citarlo a declarar durante el juicio de Burke en 2023. En cambio, los abogados defensores de Burke lo definieron como testigo “hostil”.

El debut de Solís en el estrado ese día duró unas tres horas.

Más tarde, durante los alegatos finales, los abogados de Burke criticaron duramente a la fiscalía por no haber llamado a declarar a Solís.

“Eso debería darles qué pensar”, dijo al jurado Joseph Duffy, uno de los abogados de Burke. “El hecho de que llevaran a cabo una investigación encubierta sobre el señor Burke durante 30 meses, con el testigo estrella siendo Danny Solís, y no tuvieran la decencia de presentarlo ante ustedes”.

Pero la fiscal federal adjunta Sarah Streicker le pidió al jurado que considerara la “mejor evidencia” que se les había presentado sobre la intención de Burke en el caso de crimen organizado y soborno.

La “mejor evidencia”, dijo, fueron las palabras que salieron de la boca de Burke y que quedaron grabadas para siempre en el micrófono de Solís.

Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago

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