Vecinos frustrados por permanencia de Riot Fest en Douglass Park se preparan para el tráfico y las multitudes

Marylin De La Torre ha “aprendido a vivir” teniendo a Riot Fest como vecino.

De La Torre, que ha vivido al otro lado de la calle de Douglass Park durante 30 años, dijo que los residentes cerca del parque encontrarán un lugar para estacionar días antes del evento y no moverán sus autos durante los tres días que dura el festival de música.

“No vas a encontrar un lugar para estacionarte si [no] lo haces”, dijo. En años anteriores, los autos no autorizados incluso ocuparon un espacio de estacionamiento residencial marcado para discapacitados frente a su casa durante el fin de semana del festival, agregó De La Torre.

La congestión del tráfico, las multitudes, la basura y el ruido fueron algunas de las quejas de los residentes que viven cerca del parque. Están frustrados con que el festival se quede en Douglass en lugar de mudarse al suburbio de Bridgeview, como los organizadores habían anunciado a principios de este verano. El festival de música comienza este viernes.

A principios del mes, en su reunión mensual, el Distrito de Parques de Chicago otorgó un permiso para que Riot Fest realice el festival, dejando de lado a los críticos que expresaron sus preocupaciones antes de la votación. Durante la junta, las personas que viven y trabajan cerca del parque también se manifestaron en contra del festival.

Los manifestantes denuncian que Riot Fest se realice en Douglass Park, afuera de la sede del Distrito de Parques de Chicago en el lado sur, antes del inicio de la reunión mensual de la junta del distrito, el miércoles 11 de septiembre de 2024.

Ashlee Rezin/Sun-Times

La concejal local Monique Scott (24°) arremetió contra esos críticos y dijo en la junta que “la mayoría de las personas que se manifestaron en contra de Riot Fest, nunca las había visto en mi comunidad”. Scott ha respaldado el festival y dijo que el evento le da un impulso económico al área.

La oficina de Scott no respondió a las solicitudes de comentarios para esta historia.

Griselda Hernández, cuya familia es dueña de la tienda Teloloapan Grocery, cerca del parque y de la estación de la Línea Rosa de la CTA en la Avenida California, se sintió aliviada de que el festival se fuera de Douglass y expresó su frustración por su regreso.

Dijo que su negocio se reduce en un 60% durante el festival porque las multitudes asustan a los clientes habituales que conducen desde los suburbios y el lado sur de Chicago para comprar los productos mexicanos de la tienda.

“No escuchan lo que quieren los vecinos”, dijo Hernández. “Es como si no les importara y aún así siguen adelante con la idea de tener Riot Fest allí”.

De La Torre, que tiene más de 50 años, dijo que nunca ha estado en contra de que el festival se lleve a cabo en el parque, pero está empezando a preguntarse si beneficia al área. Dijo que su calle se lleva lo “peor” del festival y que aún no ha visto un lado positivo. “Realmente no nos molesta, pero lo único que nos preguntamos es a dónde va a parar el dinero, porque el vecindario realmente no lo ve”, comentó.

Otra queja de los críticos del festival es su cercanía a los Hospitales Mount Sinai y Saint Anthony, que están al cruzar la calle del parque. Los opositores dicen que el ruido molesta a los pacientes y que el tráfico pone en peligro la vida de quienes buscan atención de emergencia.

Una profesional de la salud mental en Saint Anthony, que pidió no ser identificada porque no quería que sus comentarios afectaran su trabajo, dijo que el ruido puede ser molesto por las noches cuando los pacientes se preparan para ir a la cama.

La mujer de 62 años, que ha trabajado en el hospital durante siete años, dijo que el aspecto más frustrante es el tráfico, que suma hasta 45 minutos a su viaje a su casa en el lado oeste.

“No me gusta, pero ¿qué podemos hacer?”, dijo.

Un portavoz de Riot Fest dijo el jueves que no podrían hacer comentarios, ya que los organizadores estaban en el “momento de la verdad” preparando el sitio del festival. En cambio, el portavoz señaló una página en el sitio web del festival que destaca sus iniciativas de participación comunitaria.

El regreso de Riot Fest a Douglass Park no fue una mala noticia para todos los vecinos.

Sam Valadez, quien dijo que él y su familia han vivido al otro lado de Douglass desde 1958, sugirió que las personas que se quejan del festival son recién llegados al área.

El hombre de 53 años dijo que el ruido de las ambulancias le molesta más que Riot Fest.

“Me gusta la música”, aseguró. “No me molesta”.

Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago

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