Ha pasado un mes desde la última vez que una joven llamada YD habló con su pareja, Yeison Rodrigo Jaimes-Rincón.
YD, migrante venezolana de 33 años de edad que reside en el vecindario de South Shore de Chicago, pasa sus días revisando su teléfono. Espera tener noticias de su pareja, deseando que pueda conocer a su hijo recién nacido.
Jaimes-Rincón estuvo bajo la supervisión del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE); fue arrestado y puesto bajo custodia de ICE el 31 de enero. La pareja se comunicó regularmente por teléfono mientras él estaba detenido, pero después de hablar la mañana del 15 de marzo, él guardó silencio.
YD no tenía ni idea de que Jaimes-Rincón había sido deportado a una prisión en El Salvador hasta que vio una lista publicada por CBS News con los nombres de 238 venezolanos que, según informes, habían sido trasladados allí por la administración de Trump. Para proteger su privacidad y la seguridad de su familia, WBEZ no utiliza el nombre completo de YD.
Presa del pánico, YD buscó frenéticamente en internet más información sobre el paradero de su pareja. Fue entonces cuando descubrió un video que ha sido compartido en redes sociales, de la Secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, visitando el Centro de Confinamiento Del Terrorismo (CECOT), prisión de máxima seguridad en El Salvador. Se trata de una prisión de máxima seguridad que ha sido acusada de abusos generalizados de los derechos humanos, como la falta de acceso a asistencia legal, alimentación adecuada y atención médica.
YD reconoció fácilmente a su pareja, de pie tras las rejas, con Noem de pie al frente.
“Sale justo frente a la pantalla”, dijo YD. Describió las emociones que sintió al ver la grabación: “Qué tristeza. Lloré, simplemente lloré”.
En ese momento, YD supo que Jaimes-Rincón había sido deportado a la prisión de máxima seguridad por Estados Unidos sin el conocimiento de su familia y sin el debido proceso. No tenía acceso a un abogado, al sistema legal ni a ninguna forma de comunicarse con su familia.
El gobierno de Trump ha alegado que los migrantes deportados al CECOT son miembros del Tren de Aragua, pandilla terrorista originada en Venezuela. Argumentando que los pandilleros están “invadiendo” Estados Unidos, el gobierno se basa en la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para deportarlos como parte de su ofensiva más amplia contra la inmigración.
Linda Dakin-Grimm, abogada y defensora de los derechos de los inmigrantes, afirmó que el gobierno estadounidense ya ha deportado a personas a lugares distintos de su país de origen. Sin embargo, deportar migrantes a prisiones extranjeras de máxima seguridad es algo nuevo bajo el mandato del presidente Donald Trump.
“Es terrible que estemos reuniendo a personas y sin darles el debido proceso, estén enviándolas a países de los que no son originarias, sabiendo que las vamos a encarcelar en una de las cárceles más infames del mundo”, declaró Dakin-Grimm. “Es una grave violación de los derechos humanos”.
Expertos legales y defensores afirman que el gobierno no ha aportado pruebas de que muchos de los migrantes deportados tengan vínculos con el Tren de Aragua. Las deportaciones también han sido objeto de varias demandas, incluyendo el caso de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño que fue protegido de la deportación a El Salvador por un juez en 2019. El gobierno estadounidense ahora admite que fue deportado por equivocación a El Salvador debido a un “error administrativo”; la Corte Suprema de Estados Unidos ha ordenado al gobierno que “facilite” su regreso a Estados Unidos.
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, ha declarado que el gobierno de El Salvador debe decidir si devuelve a Ábrego García. La semana pasada, Noem afirmó que los hombres recluidos en CECOT “deberían permanecer allí el resto de sus vidas”, según el sitio web de noticias Axios.
El lunes, en una comparecencia en la Oficina Oval con Trump, el presidente salvadoreño Nayib Bukele, afirmó que El Salvador no lo devolvería.
A diferencia de Abrego García, Jaimes-Rincón tenía una orden de deportación. Él y YD cruzaron la frontera ilegalmente en el otoño de 2023, tras esperar meses en México una cita con la oficina de inmigración estadounidense para solicitar asilo. YD y sus hijos fueron enviados a Chicago, pero Jaimes-Rincón estuvo detenido en un centro de inmigración en Laredo, Texas. Solicitó asilo mientras estaba detenido, sin la ayuda de un abogado de inmigración.
Su solicitud de asilo fue denegada.
“El índice de denegaciones, especialmente en las cortes de inmigración que se encuentran en centros de detención, es muy alto”, declaró Dakin-Grimm.
Fue liberado el verano pasado y se le permitió reunirse con YD en Chicago, con un monitor electrónico y bajo la supervisión de ICE. Esto incluía visitas mensuales a la oficina local de inmigración, a las que asistía regularmente.
“El día que lo arrestaron, acudió a la oficina local de inmigración sin cita porque su grillete electrónico estaba sin batería”, explicó YD. Aunque la pareja sabía que Jaimes-Rincón podía ser deportado en cualquier momento, YD nunca imaginó que sería a una prisión de máxima seguridad en El Salvador.
YD apenas y sobrevive sin Jaimes-Rincón. La pareja ya tenía dificultades económicas porque no estaban autorizados para trabajar, pero aceptaron trabajos ocasionales en construcción, limpieza y peluquería. Ahora que YD está sola con un recién nacido, encontrar trabajo es más difícil. Lleva varios meses de atraso en el pago del alquiler y tiene otros tres hijos que alimentar.
YD y su pareja emprendieron un peligroso viaje en busca de libertad y oportunidades en Estados Unidos, como cientos de miles de otras familias. Pero la realidad aquí es diferente, dice ella.
También está el alto costo emocional. “Mientras estaba detenido, nos veíamos por videollamadas. Así conoció a su hijo. Cuando di a luz, me llamó para darme fuerzas”, compartió YD entre sollozos. “No hemos podido hablar por teléfono. No hemos podido animarlo para que encuentre la fuerza para seguir adelante”.
El gobierno de Trump no ha confirmado los nombres publicados por CBS ni ha compartido pruebas que respalden las afirmaciones de que estos hombres son miembros del Tren de Aragua. Según CBS News, la mayoría de los hombres en esa lista no tienen antecedentes penales.
YD afirma que su pareja, quien trabajaba informalmente como barbero en Chicago, no ha cometido ningún delito. WBEZ no encontró antecedentes penales para Jaimes-Rincón en Texas ni en Illinois. ICE no respondió a las preguntas de WBEZ sobre el caso de Jaimes-Rincón, su paradero ni las pruebas que lo vinculan con el Tren de Aragua.
YD afirma temer que Jaimes-Rincón sea acusado de ser pandillero debido a los tatuajes en el pecho y el brazo. Tiene un tatuaje con el nombre de su hija de 7 años de edad y una corona encima, lo que significa que ella es su reina, explicó YD. Tiene dos estrellas pequeñas adicionales en el pecho, además del nombre de su tía, quien era como una madre para él.
“No podemos meter a todos en una misma categoría simplemente por sus tatuajes”, dijo YD.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y Democracy Forward, que presentaron una demanda poco después de los vuelos de deportación a El Salvador del 15 de marzo, han argumentado que los tatuajes no son indicadores fiables de participación en pandillas.
“Una vez que empecemos a ejercer la autoridad en tiempos de guerra sin supervisión, todo es posible. Cualquiera puede ser detenido”, declaró Lee Gelernt, abogado principal de la demanda, durante una entrevista con el programa de noticias 60 Minutes.
En una declaración en la demanda, un alto funcionario de ICE afirmó que “investigó cuidadosamente a cada extranjero para asegurarse de que realmente fueran miembros del Tren de Aragua”, según NPR. “ICE no se basó únicamente en publicaciones en redes sociales, fotografías del extranjero mostrando gestos relacionados con pandillas ni en tatuajes”, afirmó el funcionario.
YD, quien tiene un caso de asilo pendiente, teme lo que podría sucederles a ella y a sus hijos.
El mes pasado, el gobierno de Trump lanzó una campaña publicitaria en la que Noem incentiva a los inmigrantes sin estatus legal a abandonar Estados Unidos. Si no lo hacen, advierte Noem, serán deportados.
Dakim-Grimm dice que los inmigrantes, incluidos los recién llegados, deben evaluar el riesgo de ser detenidos por inmigración. Aconseja buscar ayuda legal y estar preparados.
“Soy una persona religiosa, pero no diría: ‘Lo dejo en manos de Dios’, porque el sistema se va a comer a la gente y tu familia saldrá lastimada”, dijo Dakin-Grimm. “Así que, hagan planes ahora”.
Adriana Cardona-Maguigad cubre inmigración para WBEZ. Síguela en @AdrianaCardMag.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago