Policía de Chicago criticada por su ‘fracaso’ durante las celebraciones del Día de la Independencia de México

El fin de semana de festejos en el centro de la ciudad vinculados con el Día de la Independencia de México se convirtió en una pesadilla para los residentes del centro, que lucharon para llegar a los puestos de control designados sólo para ser rechazados por los oficiales del Departamento de Policía de Chicago (CDP, por sus siglas en inglés).

El concejal del centro Brian Hopkins (2°) dijo que su bandeja de entrada estaba inundada de correos electrónicos de residentes enojados. Las redes sociales y sitios web como Nextdoor se llenaron de quejas de residentes que siguieron todas las reglas básicas descritas por la Policía de Chicago, pero aún así no pudieron llegar a sus hogares en Streeterville, River North o el Loop.

Después del atasco del año pasado, la Municipalidad prometió hacer un mejor trabajo de “examinar a los residentes del centro y a los empleados médicos que intentaban llegar a sus trabajos en los Hospitales Northwestern y Lurie Children’s” y facilitar que esas personas “pasen por los bloqueos y los controles de seguridad”, dijo Hopkins.

Pero no sucedió. Un residente, al que rechazaron en un puesto de control de camino a casa, dijo que durmió en su automóvil.

“Es difícil llegar a esos controles de seguridad… Tienes que abrirte paso a través de la congestión y el atasco. “Cuando llegas y muestras tu identificación y el oficial de policía simplemente dice: ‘No me importa quién eres. No te voy a dejar pasar’ puedes imaginarte lo enojada que está la gente”, dijo Hopkins.

“Pasó el año pasado. Nos quejamos por eso. Pasó el año anterior. Nos volvimos a quejar. Y pasó de nuevo. Tenemos que arreglar esto. Es completamente inaceptable”.

Hopkins comentó que CPD “se suponía que debía tener oficiales de alto rango, sargentos o tenientes” en cada puesto de control designado en una lista distribuida con anticipación a los residentes y empleados locales.

“No sé si eso pasó. No sé si recibieron las instrucciones adecuadas sobre cómo tomar estas decisiones de manera precisa. Estaba escuchando el tráfico de la radio de la policía y había información contradictoria sobre cuándo se debía permitir el paso a las personas y cuándo no. … No se comunicaron con claridad. Algunos de ellos no parecían saberlo. … Fue un fracaso total”, aseguró.

Cuando se les pidió que comentaran sobre las acusaciones de Hopkins, CPD y la Oficina de Gestión de Emergencias y Comunicaciones (OEMC, por sus siglas en inglés) emitieron una declaración que no las abordaba.

Los cierres de calles “se utilizaron para aliviar la congestión del tráfico y proporcionar medidas de seguridad para los residentes y los socorristas en las áreas afectadas”, y que los planes para posibles cierres se anunciaron antes del fin de semana, “así como puntos de acceso para la entrada de quienes viven y trabajan dentro de los cierres”.

El concejal del centro, Brendan Reilly, fue más halagador.

“Recibimos muchas quejas de votantes que tenían dificultades” para pasar los puestos de control policial, dijo en un correo electrónico al Sun-Times. “También vale la pena mencionar que recibimos muchas llamadas felicitando a CPD por su buen trabajo este fin de semana. Teniendo en cuenta los desafíos asociados con la gestión de decenas de caravanas de más de cien automóviles en toda la ciudad y los recursos limitados de CPD, creo que hicieron un excelente trabajo”.

Reilly dijo que un problema en los controles de seguridad puede haber sido que CPD dependía de agentes que normalmente no trabajan en eventos del centro y “están menos familiarizados con los protocolos”, por lo que a algunos residentes “desafortunadamente” se les negó el acceso a sus hogares.

Hopkins reconoció que algunas cosas funcionaron demasiado bien para mitigar la congestión del centro.

Con helicópteros policiales y cámaras de vigilancia monitoreando sus movimientos, algunas caravanas de autos que descendieron sobre el centro de Chicago fueron “obligadas a tomar el sistema de autopistas de salida de tal manera que no podían dar la vuelta” y volver a circular.

Oficiales de la Policía de Chicago vigilan mientras se forma una caravana de vehículos el viernes por la noche en Michigan Avenue cerca del Millennium Park. Miles de personas llenaron el centro de la ciudad para celebrar el Día de la Independencia de México durante el fin de semana.

Ashlee Rezin/Sun-Times

“Pudimos determinar dónde estaban los grandes puntos de caravanas de autos y cerrarles de manera efectiva las opciones de seguir conduciendo aleatoriamente por el distrito del centro, canalizarlos hacia el sistema de autopistas de salida y luego cerrar las salidas”, dijo Hopkins.

“Eso realmente ayudó a reducir la cantidad de caravanas de autos activas en un momento determinado. No las eliminó. Todavía había suficientes para causar caos y atascos. Pero definitivamente redujimos la cantidad y redujimos el tiempo que el centro estuvo bajo control”.

En cuanto al festival El Grito Chicago en Grant Park, Hopkins dijo que ayudó y perjudicó a la vez.

Redujo la cantidad de caravanas, pero cuando el festival terminó a las 10 p.m., hubo un “pico significativo” de caravanas en el Loop. Los asistentes al festival que “no querían irse a casa” optaron en cambio por “inundar las calles”, dijo Hopkins, presidente del Comité de Seguridad Pública del Concejo Municipal.

La Municipalidad debe decidir si continúa con El Grito mientras lucha por encontrar “una mejor manera de manejar esto”, dijo.

Pero algunos problemas “no tienen solución”, agregó Hopkins. No hay mucho que hacer, por ejemplo, cuando entre 15,000 y 20,000 vehículos convergen en el centro de la ciudad, algunos de los suburbios y los condados circundantes, con la “intención de conducir durante horas en patrones aleatorios”.

“Una vez que llegan esos vehículos, se desata el caos y los atascos. Es algo inevitable. Y eso es lo que ha ocurrido”, afirmó. “Y no hemos encontrado la manera de impedir que estas caravanas lleguen al centro de la ciudad”.

El alcalde Brandon Johnson consideró que el enfoque general fue un éxito.

Antes de asumir el cargo, “había muchas preocupaciones y ansiedad en torno a la seguridad de la celebración. Desde que estoy en el cargo, hemos puesto en marcha medidas para que la celebración sea segura y vibrante”, dijo a los periodistas el lunes. “Está claro que hemos pasado página comparado a cómo se han llevado a cabo estas celebraciones antes”.

Contribuyó: Tessa Weinberg

Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago

(Visited 1 times, 1 visits today)

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *